El 'efecto Ayuso' es un reclamo electoral con gancho que golpea todavía más fuerte en Cataluña. Y eso lo sabe el Partido Popular. Por eso, la próxima semana, la presidenta del PP de Madrid acudirá en dos ocasiones a la región para hacer actos de campaña y apoyar al candidato Alejandro Fernández de cara a las elecciones catalanas del 12 de mayo. 

Según han podido confirmar fuentes de la Real Casa de Correos a Madrid Total, Isabel Díaz Ayuso viajará Cataluña, como mínimo, dos veces en esta campaña electoral que acaba el próximo domingo, 12 de mayo. Recordemos que a las elecciones vascas, solo tuvo un acto. 

La primera de estas citas será con el candidato Alejandro Fernández en Barcelona. Allí tendrá un acto de campaña el lunes, 6 de mayo. La segunda, aunque todavía quedan "aspectos de la agenda por perfilar" será el jueves y fuera de la Ciudad Condal.

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Fuentes del Partido Popular a nivel nacional concretan que la idea del segundo viaje de la presidenta es que desembarque el 10 de mayo en las provincias de Girona y Tarragona. Aunque no confirman si será para acompañar al candidato o en un acto en solitario con la ciudadanía. 

Estas dos visitas a Cataluña constituirán, según las cuentas de la propia Comunidad de Madrid, los viajes decimosegundo y decimotercero desde que Ayuso es presidenta a esta región. 

La presidenta ha tenido una relación muy especial con Cataluña, a la que ha acudido en multitud de ocasiones. De hecho, durante las últimas elecciones catalanas, celebradas el 14 de febrero de 2021, también arropó a Fernández en una ocasión.

Ayuso siempre ha reivindicado que ella estará "donde el partido la necesite". Consciente de su tirón electoral, ha viajado a los comicios electorales vascos y gallegos. Eso sí, sus actos han sido menores. Tanto en las vascas como en las gallegas sólo hizo un acto durante las dos semanas que duró la campaña. 

Un buen resultado

Al contrario de lo que pasó en esos dos comicios, ahora la presencia de presidentes autonómicos será más comedida. Conscientes de las características tan especiales de Cataluña, sólo Juanma Moreno Bonilla e Isabel Díaz Ayuso viajarán esta semana a modo de último empujón.

El presidente andaluz, como Ayuso, acudirá dos días. El Partido Popular se juega mucho en los comicios catalanes ya que deben escalar escaños para superar a Vox, que en las últimas elecciones consiguió 11 diputados y se convirtió en la cuarta fuerza política. 

El PP catalán no consigue un buen resultado desde la época de Alicia Sánchez-Camacho, que precisamente ahora es diputada en la Asamblea de Madrid. 

Lo que buscan los líderes catalanes, entre otras cosas, con la presencia de Ayuso en la región es que la presidenta de la Comunidad de Madrid es el ejemplo de una gobernanta que ha conseguido hacerse con el voto de Vox.

Conscientes de que Ciudadanos no entrará en el Parlamento catalán, deben rascar votos del centro y pero también por la extrema derecha. Un reto que Ayuso ya logró en su propio parlamento regional, donde hizo desaparecer a Ciudadanos y tiene a Vox relegado a un papel totalmente insignificante gracias a su mayoría absoluta. 

Además, Ayuso es una de las líderes autonómicas del Partido Popular, con un discurso más crítico contra Pedro Sánchez y sus socios independentistas. La presidenta del PP de Madrid se ha postulado a sí misma como la "oposición" a Sánchez desde Madrid y esa idea es la que trasladará en Cataluña. Hay que recordar que allí, los socialistas, con Salvador Illa al frente, tiene casi asegurada la victoria, según las encuestas. 

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La presidenta aterrizará en Barcelona después de una buena semana y tras haber protagonizado el gran acto político: la celebración del 2 de Mayo. En su anterior edición, sus discusiones con el Gobierno central ensombrecieron una fiesta en la que la Comunidad homenajea a sus vecinos más ilustres.

Por el contrario, en esta ocasión, parece que no habrá polémica con las asistencias y que el acto será un homenaje multitudinario a la región y a su estilo de vida. Un modelo que, como ya reiteró en la Asamblea de Madrid el pasado martes, es lo "contrario" al sanchismo. Sin "charnegos ni maquetos".