El Barça roza la humillación en una temporada que pone a Laporta y Xavi en la diana

El FC Barcelona está a cuatro jornadas de consumar la peor de sus calamidades en la temporada: no ser segundo y quedarse fuera de la próxima Supercopa de España. Su derrota de este sábado contra el Girona, además de cantar el alirón liguero del Real Madrid, hace que los de Xavi Hernández dependan de los de Míchel para cerrar una temporada casi humillante.

Un punto de desventaja que obliga al Barça a mirar su calendario y el del Girona. Los culés recibirán en casa a la Real Sociedad y al Rayo Vallecano y visitarán al Almería y al Sevilla -esto en la última jornada-. Los rojiblancos irán a casa de Alavés y Valencia y jugarán en Montilivi ante Villarreal y Granada para cerrar la temporada. 

Quedar terceros sería la puntilla para una campaña para el olvido de los azulgrana. El Real Madrid le aventaja en 14 puntos en Liga y le ha ganado los tres Clásicos jugados esta temporada, incluyendo la humillación en la final de la Supercopa (4-1). El Barça no ha levantado ningún título, siendo eliminado en cuartos tanto de la Copa del Rey, contra el Athletic en la prórroga, como de la Champions League, siendo remontado por el PSG. Y aún así, Xavi seguirá otro año.

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El Barça, que venía de levantar cabeza el curso pasado ganando La Liga al Madrid, se ha pasado todo el año a rebufo. En verano de 2023 se volvió a ver la realidad del club en el mercado. Pese a ingresar 100 millones en ventas (por jugadores como Dembélé o Kessié), el único gasto fueron los 3,4 millones que se pagaron por un Oriol Romeu que tardó poco tiempo en demostrar que no era más que un jugador de relleno en la plantilla.

El resto de incorporaciones fueron gratis: Gündogan e Iñigo Martínez aterrizaron con la carta de libertad y los Joao -Félix y Cancelo-, cedidos tras salir por la puerta de atrás de sus clubes. Sólo el centrocampista alemán ha cumplido con las expectativas, aunque su sinceridad a la hora de valorar a sus compañeros le ha costado críticas y algún enfado en el vestuario.

Toda la temporada a rebufo

Sin que Laporta y su directiva lograran mejorar la plantilla, la temporada arrancó con un triste empate a cero en casa del Getafe. El Barça sólo ha acabado una de las 34 jornadas disputadas en la primera posición y fue en la sexta semana de competición, tras ganar al Celta. Al partido siguiente, empatando también fuera de casa contra el Mallorca (2-2), perdió el liderato. 

El Real Madrid, en cambio, sólo ha cedido su ventaja al frente de la clasificación en cinco jornadas y lo máximo que ha estado por detrás del líder ha sido a dos puntos. El Barça ha ocupado más tiempo la cuarta (13 jornadas) y la tercera posición (11) que la segunda (7), lo cual explica que a estas alturas de Liga esté tan lejos de los blancos.

Los resultados más dolorosos para el equipo que dirige Xavi han sido los dos contra el Madrid y los dos del Girona, contando el de este sábado. Los cuatro enfrentamientos contra los dos primeros clasificados han acabado en derrota para el Barça: 1-2 y 3-2 en los Clásicos y 2-4 y 4-2 en los derbis catalanes. "Hay que cambiar mucho para competir el año próximo", reconocía tras el resultado en Montilivi el técnico de Tarrasa, que además decía estar "muy triste y decepcionado".

Xavi, tras esta última derrota ante los de Míchel, señalaba la falta de madurez de su plantilla. La gran decepción ha sido Ronald Araújo, que en temporadas fue decisivo como líder y en esta ha estado marcado por errores infantiles que, incluso, marcaron la vuelta de Champions contra el PSG al ver la roja. El uruguayo está en la rampa de salida en un intento del club por pescar una buena oferta de dinero.

Ronald Araújo se lleva las manos a la cabeza EFE

La inmadurez de la plantilla de Xavi también se hace evidente en la presencia habitual en el once de jugadores como Pau Cubarsí o Fermín López, que tienen buena pinta pero todavía están en una fase muy prematura de sus carreras. El riesgo está en quemarlos demasiado pronto como ha ido ocurriendo otros años con Ansu Fati o, incluso, Pedri y Balde.

Lo de Lamine Yamal sí es otra cosa. Da igual que no tenga ni 17 años (los cumple en julio), ya que da la sensación de ser un talento generacional. Ha acabado la temporada siendo el mejor. Si se le cuida como es debido, es una estrella para el Barça para más de una década. Su reto, a partir de la próxima temporada, es seguir subiendo sus números (4 goles y 7 asistencias este año en Liga).

Las estrellas se apagan (y envejecen)

Aunque si hablamos de números hay que hacer referencia al jugador del que más se espera de todos: Robert Lewandowski. El polaco fichó por el Barça cuando estaba a punto de cumplir los 34 años y marcó 33 goles en 46 partidos: fue el pichichi con 23 tantos. Ahora es un año mayor, sus números van bajando (17 en Liga, 24 en total) y cobrará más el próximo curso, tal y como se pactó en su contrato. Con Gündogan, de 33 años, puede acabar ocurriendo lo mismo.

Tampoco ha brillado Ter Stegen, quien en muchas ocasiones pasadas era el único en salvarse de la 'quema'. El Barça ha encajado casi el doble de goles que el Madrid en Liga (43 y 22), de los cuales el alemán ha recibido 26. La media es de más de uno por partido, ya que sólo ha jugado 24 encuentros ligueros por culpa de una lesión de espalda que le dejó sin jugar entre finales de noviembre y principios de febrero.

Lewandowski se lamenta de una ocasión fallada ante el Girona EFE

Las lesiones han sido otro lastre en la temporada del Barça. Algunas graves, como las de Gavi y Balde, y otras preocupantes por la reiteración del que las sufre, como es el caso de Pedri. El canario atraviesa un momento delicado de su carrera por los problemas físicos y en Can Barça no dan con la tecla para recuperar su nivel.

Para colmo, el único refuerzo que se realizó en enero -y por el que se pagaron 40 millones-, el joven brasileño Vitor Roque, está pasando sin pena ni gloria por los planes de Xavi. Casi lo mismo ha acabado siendo para Joao Félix, que sólo deslumbró al inicio de la temporada y cuando ha jugado contra su exequipo, el Atleti. Si el portugués sigue, es porque las condiciones serán favorables para el Barça. Es decir, ampliar su cesión por otro año más. A ver qué pasa también con Cancelo, señalado por errores como el penalti que cometió en la vuelta contra el PSG.

Xavi, continuidad que deja dudas

El Barça se va despidiendo de una temporada de suspenso, con la obligación de ganar los cuatro partidos que le quedan y rezar por un pinchazo del Girona. Quedarse sin la segunda plaza de Liga y, en consecuencia, no clasificarse para la Supercopa supondrá quedarse sin ganar en torno a seis millones de euros, que es el caché de la entidad catalana para el torneo que se juega en Arabia Saudí. 

Decepción tras decepción. Para el Barça también fue un 'palo' la eliminación de Champions, ya que le dejó sin plaza para el nuevo Mundial de Clubes de 2025 que asegura, como mínimo, 50 millones a cada participante.

Xavi Hernández, cabizbajo en un partido del Barça EFE

Toca otro verano de apretarse el cinturón, salvo que haya una gran venta. Pero principalmente toca reflexionar en Can Barça de cara a una temporada en el que está anunciado que se volverá al Camp Nou, tampoco exento de la polémica. En el banquillo debería estar Xavi: el entrenador que el 27 de enero anunció su salida a final de temporada y el 25 de abril salió a decir que seguía. Laporta, que en los primeros meses del año dejó frases como "si no fuera Xavi, habría echado al entrenador", acabó reculando ante la falta de candidatos interesantes que encajaran con el estado actual del club.

El Barça de Xavi se queda sin malla de seguridad. Si el proyecto no está ya agotado, le queda poco para estarlo. La fe está en la explosión de los jóvenes, aunque a veces es más producto de la ilusión que de la realidad. En la lista de tareas, hay muchas acumuladas: fichajes que ilusionen, recuperar el control de vestuario... Y nadie olvida en el fútbol español el 'caso Negreira' que asola al club, por lo que lo peor puede estar todavía por llegar.