Efectos sustraídos al clan de los San Segundo.

Efectos sustraídos al clan de los San Segundo.

Sucesos

Golpe al clan de los San Segundo en Toledo y Madrid: 40 años estafando con el tocomocho

En ocasiones utilizaban sustancias químicas para anular la voluntad de las víctimas. En la operación hay 12 detenidos.

17 mayo, 2024 11:43

La Policía Nacional ha detenido a 12 personas pertenecientes a un mismo clan familiar dedicado a estafar a personas mayores con el timo del 'tocomocho'. Los San Segundo operaban desde Madrid y Toledo, donde se han producido dos registros en Casarrubios del Monte y uno más en Illescas, y en ocasiones llegaban a recurrir a la sumisión química para llevar a cabo los hurtos.

En la operación, los agentes han intervenido 243.000 euros en efectivo, joyas, décimos de lotería, elementos para disfrazarse, una escopeta de cañones recortados, cocaína junto a útiles para su venta y talonarios de recetas, sellos y medicamentos para anular la voluntad. Además, se les han bloqueado 49 cuentas bancarias y seis inmuebles.

Según ha explicado la Policía Nacional, la investigación se inició en noviembre del año pasado cuando se detectaron varias denuncias de estafas a personas de edad en las que se cometían estafas con el método conocido como del "tocomocho".

Estas estafas reunían patrones comunes entre si que hicieron pensar a los investigadores que una misma red criminal podría estar implicada en todos ellos.

La organización criminal investigada se encontraba altamente especializada y estaba formada por miembros de un mismo clan familiar perfectamente estructurada que llevaba más de 40 años realizando esta modalidad delictiva.

Según ha explicado a EFE David Calvete, jefe del Servicio de Control de los Juego de Azar y Apuestas de la Policía Nacional adscrito a la UDEV, los detenidos vivían del timo, un "oficio" que van aprendiendo de generación en generación y mediante el que engañan a sus víctimas haciéndoles creer que pueden beneficiarse de un premio de lotería que, por diversas razones, no pueden cobrar ellos mismos.

De este modo, entre los detenidos -todos españoles y de entre 25 y casi 60 años- hay matrimonios, hijos, hermanos o sobrinos. No hay ningún liderazgo, pero si células conformadas por dos o tres individuos en los que cada uno tiene un papel en el engaño y que se mueven por toda España.

Si bien su modalidad delictiva predilecta ha sido el tocomocho, los investigadores han constatado que en el 24 delitos que hasta el momento se les atribuye, también han usado otros engaños.

Por ejemplo, en una ocasión una mujer fue estafada por una de las detenidas que le pidió ayuda para el supuesto pago del entierro de su marido que acababa de fallecer.

Sumisión química

En otras ocasiones, el modus operandi pasaba del engaño al empleo de la sumisión química. Para ello empleaban benzodiacepinas que anulan la voluntad de sus víctimas, principalmente personas de avanzada edad. 

En estos casos, los miembros del clan ofrecían agua embotellada con el medicamento diluido a sus víctimas, a las que también animaban a ponerse una mascarilla que previamente habían impregnado de la sustancia.

Una vez conseguían el efecto de somnolencia buscado, les trasladaban al interior de sucursales bancarias para que retiraran importantes cantidades de dinero, o a los domicilios de las víctimas para sustraer sus joyas.

El clan familiar hacía ostentación de su elevado nivel de vida (grandes cantidades de dinero y ganancias patrimoniales) a través de sus redes sociales, sin ser conocidas actividades profesionales o laborales que dieran origen a dichas ganancias.

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En sus desplazamientos en vehículo, si detectaban que estaban siendo seguidos por los agentes no dudaban en emprender la huida a altas velocidades ocasionando grave peligro para la circulación del resto de vehículos.

Una vez que los investigadores detectaron la ubicación de todos los integrantes de la organización criminal, se llevaron a cabo un total de cinco registros, tres en la provincia de Toledo –dos en Illescas y uno en Casarrubios del Monte- y dos en la provincia de Madrid –Móstoles y Navalcarnero-, durante los que se detuvo a los doce miembros del clan familiar.

A los arrestados se les atribuye su presunta participación en los delitos de pertenencia a organización criminal, estafa, robo con violencia, detención ilegal, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública. La investigación continúa abierta y no se descarta que puedan aparecer nuevas víctimas.