Vidal-Quadras pide el voto para el PP: "El instrumento más eficaz para liberar a Cataluña del procés"

"Cuerpo a tierra que vienen los nuestros". Alejo Vidal-Quadras ha echado este sábado la vista atrás, con sorna, durante su incursión en la campaña del Partido Popular para las elecciones catalanas. El político barcelonés, tras años de desencuentros, ha devuelto el apoyo a las siglas que lideró entre 1991 y 1996.

Bajo su mando, los populares obtuvieron el mayor número de votos en unas catalanas. Ahora, Vidal-Quadras cree que el proyecto encabezado por Alejandro Fernández es "el instrumento más eficaz y solvente para que los catalanes se liberen del castigo bíblico del procés, fuente inagotable de frustración, inestabilidad social, inseguridad jurídica y ruina material". 

Se trata de un espaldarazo en un momento clave: Alberto Núñez Feijóo aspira a aglutinar todo el voto constitucionalista para recobrar posiciones en Cataluña, región en la que el PP lleva décadas desangrándose. En las últimas elecciones, las de 2021, estuvo directamente a punto de desaparecer.  

[Vidal-Quadras apoyará a Alejandro Fernández en la campaña para las elecciones del 12 de mayo]

Para esta cita electoral, Vidal-Quadras siente que los vientos soplan de cola en las filas populares. Así lo ha expresado esta mañana, en un mitin en Barcelona, junto a Daniel Sirera y el candidato a las elecciones, en el que ha dejado sobre el atril varias recetas para una remontada firme. La primera: "De Vox no se habla y a los nacionalistas ni agua".

En la ecuación nacionalista, Vidal-Quadras ha incluido al PSC, liderado por "fray Salvador", al que ha definido como: "Incoloro, inodoro, insípido y traslúcido". Sobre las aspiraciones del socialista de "armar un gobierno transversal", como dijo esta semana, el expresidente del PP catalán ha lamentado que "el constitucionalismo catalán queda excluido". 

"Solidez ideológica"

Para Vidal-Quadras, "el socialismo catalán es un colaborador necesario de los golpistas", decididos a iniciar una nueva senda hacia la declaración unilateral de independencia. "Padecemos en España, desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, una contradicción insalvable y letal: somos una nación gobernada por aquellos que quieren destruirla", ha reprobado. 

Frente al PSC y los partidos secesionistas, Vidal-Quadras apunta a la vía del PP de Cataluña como única solución, siempre que conjugue una serie de ingredientes. Segunda receta: "Firmeza en los principios, solidez ideológica, coraje en el combate contra el secesionismo totalitario, exhibición de la luz de la razón frente a la oscuridad del aullido tribal y defensa de la libertad en pugna de cualquier colectivismo coactivo". 

En este punto, Vidal-Quadras ha enviado un recado a los despachos de Génova 13, sede nacional del PP. Tercera receta: "A este conjunto de orientaciones hay que añadir liderazgos creíbles, largos y consolidados. Y autonomía de la organización catalana para fijar sus estrategias, sus propuestas y sus alianzas, sin interferencias capitalinas". 

De la candidatura de Alejandro Fernández, su antecesor ha pedido que "le dejen trabajar el tiempo suficiente para que el notable ascenso que experimentará el 12-M crezca hasta transformarse en una copiosa cosecha de votos". Con estas palabras ha constatado que la meta se antoja lejana y que las próximas elecciones no son más que el principio del camino.  

"El PP de Cataluña puede proporcionar a esta tierra tan nuestra, antigua, industrial, feraz, un horizonte de éxito. Como columna vertebral del rescate de Cataluña hoy cautiva de una doctrina perversa, rencorosa, mendaz y corrupta hasta la médula". En ese trayecto, ha opinado, no caben los bandazos. Ni los cambios de candidato legislatura tras legislatura. 

Algo parecido a lo que él vivió. En un pasaje de su intervención, Vidal Quadra ha reconocido que ve proyectada su estela en la figura de Alejandro Fernandez, al que proclama como "portador de una antorcha" que otros sostuvieron con "similar solemnidad" hasta que se la "arrebataron"... parafraseando el refrán: "Cuerpo a tierra que vienen los nuestros". 

De la historia del PP catalán, su expresidente ha lamentado que unos "dejaron que se apagara la llama", otros "la perdieron por el camino". Esta vez, con las ilusiones renovadas, Vidal-Quadras tiende su mano al PP para que el fuego "arda de nuevo". 

Un preludio para que la "Cataluña cerrada, áspera, aldeana y mediocre del nacionalismo" dé paso a una Cataluña "abierta, envidiada, reconocida, seductora y segura". Porque, se ha quejado, "después del paso de la plaga Colau por Barcelona, el cap i casal es un nido de delincuencia". 

Como receta final, Vidal-Quadras ha preconizado: "Es nuestra catalanidad, de la que estamos orgullosos, la ancha vía que nos conduce a nuestra irrenunciable condición de españoles. Para nosotros Cataluña no es una prisión lingüística identitaria, es el trampolín para saltar primero a nuestra patria española y después al resto del mundo".